Prólogo

"Tus cuentos sobre tu vida, son tu 'película'", le enfatizaba a mi nieto Lucas en el restaurante en Ocean Drive de Miami Beach. Procuraba interesarlo en el tema para que tuviésemos mas que una charla cualquiera durante el almuerzo que estábamos por compartir junto con su abuela. Ya le conocía a este pelao de nueve años su capacidad por entender temas filosóficos, así que poco tomó convencerlo que profundizara conmigo el concepto que le proponía.  La filosófica lección que produjo la encantadora conversación que tuvimos con nuestro nieto me sirvió para que superara el bloqueo mental que por casi un año había impedido el comienzo de este sector de mi sitio Web. Más adelante en "El 'MOVIE' de Lucas", el primero de la serie de anécdotas y relatos que siguen sobre mi relación con el arte, contaré la historia completa de ese mágico almuerzo con el muchacho. Valga decir ahora, que de la conversación que tuvimos con Lucas sobre el tema de su película, me vino la idea de cómo parcelar mis relatos autobiográficos en un pasillo virtual de memorias y cuentos que tuvieran relación directa con el contenido y la intención de rogeliopretto.com.

Desde que la maravilla del Internet marcó su presencia en el quehacer diario de la humanidad, he pensado en armar mi sitio Web. Después de muchos años de entretener la idea, en noviembre del 2009 di arranque al fin al proceso de darle a mi nombre de dominio una presencia en el Internet dedicada a biografiar y documentar la trayectoria y las vivencias más sobresalientes de mi viaje dentro del mundo del oficio creativo. El sitio viene siendo un archivo personal de imágenes, documentos, memorias y recuerdos de períodos y eventos que marcan el camino de mi larga relación con el arte, relación que ha sido trazada por una sucesión de eventos críticos que, cada vez, me dirigen de manera radical hacia horizontes de nuevas conquistas personales.

Mis encuentros con esos horizontes han sido definidos por un nutrido surtido de glorias y sufrimientos que no había manera de anticipar. Siempre he sentido que al mirar atrás, en cada crítico cruce de caminos encontrado, he tomado la decisión de ir, con entrega y entusiasmo, tras el llamado del camino incierto. No soy de ésos que le atrae el riesgo de por sí.  Perseguir lo que no me es predecible no es la esencia del atractivo en mi caso, aunque en parte sí lo es. Lo que captura mi atención y me permite sobrellevar el temor de lo que aún no conozco es la seguridad de saber que, en el camino hacia el nuevo horizonte, tengo la oportunidad de vivir un nuevo capítulo de aventura en mi película. 

En el cuento de mi experiencia con el arte, mi rol protagónico en él tuvo su comienzo cuando era niño. Pero mi consciente entrega al existir como artista, y sobrevivir como tal, parte desde el momento en que sentí el llamado del horizonte de ser profesional del oficio de la pintura y tomo la decisión de cambiar totalmente de rumbo para echarme al charco de vivir del arte y lo creativo...casi sin saber nadar. Todo lo que he aprendido en mi viaje por el arte desde entonces es en lo que se concentran mis relatos autobiográficos que siguen...y los que espero están por escribirse.

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